-Sabes qué Marie, a veces me preocupa entender a fondo los problemas de los pacientes psiquiátricos, maníacos, bipolares, trastornados o depresivos. Me preocupa un montón.
-Porque Constanza?
-Si...no sé, el otro día estaba mirando una película, el protagonista tenía mil problemas mentales, estaba medio loco, pero esos locos cuerdos, de los que todavía tienen un par de dedos de frente, no se si me explico.
-mmm si, puedo imaginarme.
-Bueno, sentí una profunda conexión con ese tipo. Los locos suelen ser raros y automáticamente cada cosa que hagan es rara solo porque están diagnosticados y medicados. No es que yo me sienta loca o psiquiátrica, pero en algunos momentos sentí que las emociones que él transitaba eran iguales a las mías. Me acuerdo que el personaje bailaba mucho, solo, en cualquier parte. Bailaba tranquilo, con movimientos cortos y alegres, y se reía y fumaba.
-No entiendo, y eso estaba mal?
-No, justamente. Yo bailo Marie, sola, en cualquier lado. Cuando me siento ansiosa o bajón, bailo. No fumo, pero me río y después lloro.
-Vos tenes miedo de terminar igual que el personaje?
-Quien no tiene miedo de terminar así? Cuán delgada es la línea que separa su personalidad de la mía? Ósea, que es lo que a él se le terminó de romper que a mi no? Siento que esoy a un dedo de perder la cordura o la consciencia, porque digo, las emociones se acumulan nocierto? Quien me garantiza no estallar un día y provocar un tiroteo? ponele.
-Constanza, la línea que los separa a vos y a él es bastante gruesa. Vos no estás internada en un psiquiátrico...tenes un trastorno de ansiedad nada más.
-Él tampoco estaba, quizás también empezó así...ansioso.
-Si vos queres que yo te garantice que no vas a terminar internada, no puedo. No soy adivina, lo que sí te puedo decir como psicóloga es que yo no veo esos rasgos psicópatas en tu personalidad, es decir, rasgos de "loca". Es normal que pienses estas cosas, todos lo hacemos.
-No se...quizás me salga muy bien disimularlo y te estoy manipulando...como podes estar segura?
-Porque estudié 20 años para esto y lo sigo haciendo.
-Mmm, no me garantiza nada... mirá, yo a veces les pregunto a mis amigos cosas y no me responden absolutamente nada parecido a lo que siento, tampoco se deprimen por cualquier cosa, como yo. Cómo sé que no estoy encaminada a ser una potencial psicópata?
-Seguramente serías de las mejores...digo, ya que no pude diagnosticarte ni tampoco los otros tres psicologos a los que fuiste antes.... deberías ser bastante buena.
-Ajá... y quizás si...por lo menos finalmente sería buena en algo.
-Nos vemos la semana que viene Constanza, y mirá alguna comedia romántica...
-jajjjj ni ahí, son todas muy cliché.
Un paio di parole
lunes, 27 de julio de 2020
lunes, 20 de abril de 2020
Soñar en pasado
Sueño recurrente
y sin confín,
con un torso desnudo
y unos labios secos
que profesan recuerdos
dejados en un esquinero.
El ángulo agudo
de una comisura
que deja a la vista un colmillo
y variedad de pensamientos
prohibidos,
hasta en los sueños.
Una tanda de dejavús
y este inconciente débil,
que aún pudiendo soñar lo que quiera
decide dejarme
con el anhelo.
miércoles, 5 de febrero de 2020
Sinsentido
El insostenible caos
que sentimos
como agua entre las manos
que se escurre
al hallar felicidad
en lo complejo
y encontrar hermoso
al sinsentido
¿Qué propósito tiene?
si el tiempo y el espacio
tambien pueden detenerse
en el colapso
de una simple estrella.
que sentimos
como agua entre las manos
que se escurre
al hallar felicidad
en lo complejo
y encontrar hermoso
al sinsentido
¿Qué propósito tiene?
si el tiempo y el espacio
tambien pueden detenerse
en el colapso
de una simple estrella.
Borrón y cuenta nueva.
Si me propusieras
deshabitar tu cuerpo
de agua dulce
sin fronteras,
sin fronteras,
plantar bandera en otro ombligo
borrar mis marcas
si me dieras la certeza
de que en otras coordenadas
tendría la misma vista,
el mismo cielo,
la misma estrella,
quizás
acceda a irme...
acceda a irme...
aunque implique perder(me).
lunes, 27 de enero de 2020
Amar en dos días.
Todos tenemos momentos infelices en la vida, estoy un cien por ciento segura, que sino, seríamos plantas. En mi caso particular mi infelicidad me abrió los ojos, afortunadamente. Soy partidaria de que todo pasa por algo, porque, seamos sinceros, como pueden ser posibles las casualidades? Hay un patrón enorme de posibilidades y justo se interpone la indicada que te deja en un estado de anestesia. Cuantas probabilidades existen de que se produzca de tal manera un fenómeno que esté relacionado directamente con el suceso o estado emocional que te atraviesa? Pocas. Muy pocas. O quizás pasen todo el tiempo. Pero con ese criterio todos esos sucesos de diferentes temáticas tendrían que toparse conmigo de una manera ordenada y conveniente para que tengan sentido... y no, mi vida no es tan interesante. A veces es muy difícil de explicar lo que se le pasa a uno por la cabeza, o la cantidad de pensamientos retorcidos que se pueden llegar a examinar en tan solo segundos que tienen toda la lógica del mundo.
Todas estas conclusiones me surgieron por un encuentro. De lo impredecible y maravilloso del destino, de aceptar que solo somos sus peones en un gran tablero con una infinita capacidad de movimientos, que no podemos elegir, simplemente seguirle el curso.
Varios de los acontecimientos inoportunos en mi vida no fueron lo suficientemente duros como quizás les tocó a otros, pero cada persona es un universo, vivimos y percibimos distinto y hacemos lo que podemos con ello. Una de las tantas cosas que me jugaron y juegan en contra es ser extremadamente mental, sufro excesividad de pensamientos, rebalsan, se acumulan y ejercen presión sobre un cuerpo limitado, solo para una cierta cantidad permitida y yo ya estoy excedida, estoy jodida.
Esto me hace débil, emocionalmente. No tengo dudas de que hay miles de personas que también sean así y si tan solo pudiera entrevistar a solo alguna de ellas y preguntarle cómo hacen, sería todo más fácil, aunque el hecho de saber que no soy la única que lo padece, ya lo hace más sencillo.
Conocí a este hombre de casualidad. En realidad no, sino toda mi conclusión del principio se iría por la borda. De nuevo, conocí a este hombre un veinticinco de Enero y estoy escribiendo esto dos días después. No voy a dar muchos detalles, solo voy a hacer énfasis en que estaba un tanto ebria y muy deshinibida y esto es importante porque sino no lo hubiera conocido.
Cuarenta y ocho horas compartimos, pero pareció un mes. Que intenso puede ser conocer a alguien en el momento justo. No es una historia romántica ni nada por el estilo, es más, tiene planeado en dos meses irse a vivir a otro lado lejos, muy lejos. Conocer otra vez a alguien que tiene planeado irse a vivir al exterior es interesante, siento que la vida me grita que pertenezco a otro lado o quizás que me acostumbre a esto, que es lo único que puedo tener del amor: fugacidad, sinceridad e intensidad y pensándolo bien, es lo que siempre tuve y hasta no hace mucho me di cuenta que soy afortunada porque prefiero eso antes que nada, prefiero eso porque es lo que hay y es lo que tengo.
Hablo de él no como un primer amor sino como una intervención necesaria en mi, en dos días hicimos más que en medio año, le creí todo como hace tiempo no le creía a nadie y confié como nunca, teniendo en cuenta de que somos dos desconocidos. Pero no fue una decisión, no pensé previamente en entregarme a la próxima persona que conozca simplemente sucedió, me hipnotizó y fue todo lo que esperé de una persona y eso fue mágico. El hecho de que me haya dado todo en dos días y de que me lo ofrezca tan solo por un tiempo determinado es lo que hace especial este encuentro.
Es probable que piensen que soy inocente, influenciable, que estoy desesperada por recibir amor o que no fue más que un revolcón y ya, y puede que tengan razón, pero justamente, quien siente todo esto en una noche? o dos?. El verdadero problema de esto es que todo eso que yo deseaba que me pasara, pasó pero no de la manera que esperaba. Imaginaba algo a largo plazo, conocerse de a poco y tener las típicas salidas de dos que se están conociendo, permitiendo me dudar de todo eso a medida que pasaba, porque el tiempo es todo y todo es el tiempo y además soy más bien de las que prefieren asegurarse de pensar lo peor antes que ilusionarse. Pero esto fue todo lo contrario. Me dijo que me quería y yo le creí. Me dijo que lo quiera, que de todo de mi, aun así sabiendo que es solo por un tiempo y al principio me pareció absurdo, pero me di cuenta de que lo quiero, lo quiero la cantidad justa y el tiempo justo, ni más ni menos.
Me maté pensando en todo lo que viví, si fue real o una idealización. Y ahí me di cuenta de su capacidad de dar y confié en poder recibir: había llegado para desbloquear de mi vida lo que tanto me costaba, hizo que me diera cuenta una de las tantas formas de amar y ser amado, en un instante.
Todas estas conclusiones me surgieron por un encuentro. De lo impredecible y maravilloso del destino, de aceptar que solo somos sus peones en un gran tablero con una infinita capacidad de movimientos, que no podemos elegir, simplemente seguirle el curso.
Varios de los acontecimientos inoportunos en mi vida no fueron lo suficientemente duros como quizás les tocó a otros, pero cada persona es un universo, vivimos y percibimos distinto y hacemos lo que podemos con ello. Una de las tantas cosas que me jugaron y juegan en contra es ser extremadamente mental, sufro excesividad de pensamientos, rebalsan, se acumulan y ejercen presión sobre un cuerpo limitado, solo para una cierta cantidad permitida y yo ya estoy excedida, estoy jodida.
Esto me hace débil, emocionalmente. No tengo dudas de que hay miles de personas que también sean así y si tan solo pudiera entrevistar a solo alguna de ellas y preguntarle cómo hacen, sería todo más fácil, aunque el hecho de saber que no soy la única que lo padece, ya lo hace más sencillo.
Conocí a este hombre de casualidad. En realidad no, sino toda mi conclusión del principio se iría por la borda. De nuevo, conocí a este hombre un veinticinco de Enero y estoy escribiendo esto dos días después. No voy a dar muchos detalles, solo voy a hacer énfasis en que estaba un tanto ebria y muy deshinibida y esto es importante porque sino no lo hubiera conocido.
Cuarenta y ocho horas compartimos, pero pareció un mes. Que intenso puede ser conocer a alguien en el momento justo. No es una historia romántica ni nada por el estilo, es más, tiene planeado en dos meses irse a vivir a otro lado lejos, muy lejos. Conocer otra vez a alguien que tiene planeado irse a vivir al exterior es interesante, siento que la vida me grita que pertenezco a otro lado o quizás que me acostumbre a esto, que es lo único que puedo tener del amor: fugacidad, sinceridad e intensidad y pensándolo bien, es lo que siempre tuve y hasta no hace mucho me di cuenta que soy afortunada porque prefiero eso antes que nada, prefiero eso porque es lo que hay y es lo que tengo.
Hablo de él no como un primer amor sino como una intervención necesaria en mi, en dos días hicimos más que en medio año, le creí todo como hace tiempo no le creía a nadie y confié como nunca, teniendo en cuenta de que somos dos desconocidos. Pero no fue una decisión, no pensé previamente en entregarme a la próxima persona que conozca simplemente sucedió, me hipnotizó y fue todo lo que esperé de una persona y eso fue mágico. El hecho de que me haya dado todo en dos días y de que me lo ofrezca tan solo por un tiempo determinado es lo que hace especial este encuentro.
Es probable que piensen que soy inocente, influenciable, que estoy desesperada por recibir amor o que no fue más que un revolcón y ya, y puede que tengan razón, pero justamente, quien siente todo esto en una noche? o dos?. El verdadero problema de esto es que todo eso que yo deseaba que me pasara, pasó pero no de la manera que esperaba. Imaginaba algo a largo plazo, conocerse de a poco y tener las típicas salidas de dos que se están conociendo, permitiendo me dudar de todo eso a medida que pasaba, porque el tiempo es todo y todo es el tiempo y además soy más bien de las que prefieren asegurarse de pensar lo peor antes que ilusionarse. Pero esto fue todo lo contrario. Me dijo que me quería y yo le creí. Me dijo que lo quiera, que de todo de mi, aun así sabiendo que es solo por un tiempo y al principio me pareció absurdo, pero me di cuenta de que lo quiero, lo quiero la cantidad justa y el tiempo justo, ni más ni menos.
Me maté pensando en todo lo que viví, si fue real o una idealización. Y ahí me di cuenta de su capacidad de dar y confié en poder recibir: había llegado para desbloquear de mi vida lo que tanto me costaba, hizo que me diera cuenta una de las tantas formas de amar y ser amado, en un instante.
jueves, 2 de enero de 2020
tres formas de olvidar
1
Ponerle hielo al vino
y hacer gargaras con tu nombre
aprendí que un gusto amargo
se va con otro más amargo.
2
Ponerle tu nombre al vino
y hacer gárgaras con el hielo
quizás así, las palabras atoradas
duelan menos.
3
Ponerle vino a las gárgaras
y hacer hielo con tu nombre,
hace tiempo mi aliento es frío
cuando siente tu presencia.
En realidad da igual,
son ideas pésimas
y excusas absurdas
que me hacen querer volver un rato
solo un rato,
a vos.
Ponerle hielo al vino
y hacer gargaras con tu nombre
aprendí que un gusto amargo
se va con otro más amargo.
2
Ponerle tu nombre al vino
y hacer gárgaras con el hielo
quizás así, las palabras atoradas
duelan menos.
3
Ponerle vino a las gárgaras
y hacer hielo con tu nombre,
hace tiempo mi aliento es frío
cuando siente tu presencia.
En realidad da igual,
son ideas pésimas
y excusas absurdas
que me hacen querer volver un rato
solo un rato,
a vos.
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