Mostrando las entradas con la etiqueta opuestos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta opuestos. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de mayo de 2019

La cabeza: Un arma de doble filo, literal.

Domenica XXVI
Siento que no siento nada. Me da todo igual. Nada me entusiasma.
Sueño con una vida idealizada que no puedo tener. Y los domingos ni hablemos. 
Pienso en todo eso y me nockea una piña de depresión. 
En estos días particulares, pienso de más.
Que peligrosa es una mente soñadora y tendenciosa a la idealización en momentos de aburrimiento.
Pienso en una milésima de segundo todo lo que está mal en este mundo, y todo lo injusto. Y me deprime. Así sin más.
Mis ánimos no están en sus notas más altas. Me cuestiono mi existencia. Así de exagerada. 
A veces pienso en mandar todo a la mierda. En dejar de hacer las cosas que ni siquiera se para que las estoy haciendo. Esa vida disfrazada de sacrificio para los ojos ajenos. No hago nada importante.
Bah, mejor dicho, no creo tener esa eficiencia importante para alguien o para el resto. Tampoco se donde encontrarla.
La verdad estoy bastante cansada de que mi cabeza me juegue malas pasadas. Siempre empiezo algo entusiasmada y el exceso de pensamientos me lo arrebata en lo que dura un santiamén. Todavía no sé sacar provecho de eso. Tener dos cerebros es muy agotador. Creo que todos los tenemos. 
Lo que verdaderamente importa es cuál resuena más en tu cabeza. 
No creo que haya signo zodiacal más acertado que el mío. Géminis. Los gemelos. Dos personas. Dos cabezas en una.Podrían ser iguales o distintas. Buenos o malos. Ni idea. 
Pero tengo mucho de ellos.
Yo creo en las cosas que me convencen.
Creo profundamente en esos dos gemelos. A uno de ellos le tengo que dar una pastillita, para que se calme. A veces habla un montón, no se calla el desgraciado. Sin embargo el otro habla bajo, es más tímido. Sabe hablar en los momentos justos y logra resonar más fuerte. Por eso es inteligente. Hasta espera mis momentos de impulso para acotar, sabe cómo ponerme activa. 
El otro mira todo de reojo y se pone celoso. Sabe que no le estoy prestando atención por eso empieza a gritar boludeces. De vez en cuando grita tanto que no me queda otra que prestarle atención. Pero el es ventajero. Pícaro. Y no menos inteligente.Sabe convencer. Podría venderle lapiceras a un manco. 
Por eso me envuelve.
Ya decidí que está convivencia no da para más. Somos tres en un mono ambiente, todo es un quilombo. Encima nunca nos ponemos de acuerdo en nada. 
Yo ya sé con quien debería convivir. Lo qué pasa es que el ventajero paga la renta siempre puntual. No tengo muchas excusas para echarlo. Además sé que tiene sus momentos sabios. Sabe ponerme un stop. 
Pero es tan insoportable.
Con el me sentaría en un café a pedirle una opiñion. O le preguntaría qué piensa sobre alguien especial. (Es bueno para sacar fichas). Pero no para estar gran parte del día escuchándolo.
Sé que depende de mi el tema de los inquilinos. Todavía no llegue a una decisión. Debería. La situación no da para más.
Mientras tanto seguiré buscando en secreto su reemplazo.
Y esperemos, que llegue alguien mejor.
Y menos charlatán.

Dialogo profesional

-Sabes qué Marie, a veces me preocupa entender a fondo los problemas de los pacientes psiquiátricos, maníacos, bipolares, trastornados o dep...