lunes, 2 de julio de 2018

Viernes 29.

El día 29 volvía de salir con una amiga, ya era bastante tarde para tomar el transporte público sola, pero bueno. Como siempre una vez más me mandé. A mí no me desagrada, es más lo disfruto bastante porque a esas horas no hay nadie y me da mucha tranquilidad mental. Poca gente. Poco ruido. Pero muchos pensamientos. Me tome el subte a constitución, línea C, y me subí en el 1er vagón. No se porque en ese momento se me vino a la mente algo q escuché en algún lugar, que pasada cierta hora, la gente que practicaba dogging (relaciones sexuales en lugares públicos) se le daba preferentemente en los 1ros vagones de los transportes. Tampoco se porque lo aclaro.
Sin creer en eso, me subí. Solo estaba yo y un chico más, que escuchaba música. El flaco se baja en Av. de Mayo si mal no recuerdo y quedo sola. Fue ahí cuando me vi en el reflejo del vidrio del vagón, y me alegré de la independencia y falta de miedo que manejo. Eran las 11 de la noche. En un subte. Capaz otra no se animaba a viajar a esa hora, sola. No sé.
Ahi supe que iba a poder siempre con todo.
Viajar.
Y ahí caí. Viajar. Yo viajaba; en tren, subte, auto, bondi. Pero esta vez viajaba en serio. Me iba, me iba a otro continente. No me pregunten porque relacione todo esto en una milésima de segundo, cómo que mil cosas se relacionaron y para mí tenía todo el sentido del mundo. Iba a tomarme un avión, iba a estar 45 días lejos de casa, de la rutina, de la línea C y del 59.
En ese mismo momento me di cuenta que realmente iba a pasar, iba a conocer una fraccióncita de este mundo. Y que iba a ser yo contra todo, sola o acompañada iba a poder. Y me dio miedo, pero alegría, porque, que afortunada era no cierto? Pensé en la linyera qué pasó por el vagón hace un rato a darme un papelito que no tenía escrito nada, era solo un pedacito de diario, para ver si podía ganar una moneda. Supe que no todo el mundo puede, pero yo en este momento podía.
Quizá me crean exagerada por dedicar tanto párrafo a algo que ni siquiera viví todavía, yo soy así, tengo la conciencia medio sensible, o capaz aprendí un poco más lo que es el sacrificio. Porque, a su vez pensé que al otro día tenía que estar levantándome temprano otra vez para ir a trabajar, pero afortunadamente sólo faltaban 25 días para que todo haya valido la pena.
Y ahí, realmente caí.

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