El deseo reprimido,
prohibido,
de lo que no nos animamos
pero tampoco podemos.
La curiosidad
que no sería más que eso
porque sino
no habría marcha atrás.
La decisión sin tiempo
y el pensamiento
que interrumpe el ruido del tren,
pasando una vez más
tan pero tan
cerca,
que da miedo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario