viernes, 13 de diciembre de 2019

22

Veintidós años y cree más en los libros
que en las personas
aunque sabe que a sus dioses
lo escribieron los mortales.
Veintidós años y varios desvelos
la noche es ágil
pero ya paso su etapa ingenua.
Veintidós años y dos pastillas
la primera le saca los miedos
y la segunda
la ayuda a dormir.

Tiene veintidós años
y una birome en la oreja,
                                       
                                        porque si hay algo que sabe
                                         es estar bien preparada.

Distorsión

Desde hace un tiempo
me pasa algo raro,
veo a las palabras
como armas
a los hábitos
en formas geométricas
y a las emociones
como fruta.

Descubrí
que en mi casa
escondía un arsenal,
que los vicios
son redondos
y efectivamente,
que me faltan
manzanas.




jueves, 12 de diciembre de 2019

Junté los restos
de mi orgullo
y las ilusiones rotas

juré nunca más
quedarme vacía 
así tenga 
que llenarme de sobras.







miércoles, 27 de noviembre de 2019

I
Apenas me acuerdo el camino,
sigo las marcas
que dejaron mis uñas.
Todo se ve distinto
menos las cicatrices,
camino sobre ellas
ansiosa y desnuda.

II
Entre tantos desconciertos
había pasado por alto
sus ojos.

III
No se si pueda
esperar sentada 
en sus manos
trepar
cada costilla,
llegar a lo más alto.
No se si pueda
subir cada escalón
de su frente
ni bailar empecinada
sobre el borde de sus hombros.

IV
En uno de sus vértices
ocultos
vi jugar a la memoria.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Feriado

El corazón también se equivoca
confunde temblor
con latido.
La música aturde,
un abrazo termina,
y el día oscurece.
Oscurece y no importa
el short corto
las cuadras eternas
ni esto que cargo.
Hace calor, y
transpiro indiferencia
estoy tan pendiente
del dolor
que llegué sana y salva
y ni me doy cuenta.


viernes, 8 de noviembre de 2019

Ciclo nocturno.

I
Otra vez me desvelo
 en este cuerpo decorado
para ojos ajenos.
  
II
De afuera se ve impoluto 
y puertas adentro
no es más
que un galpón viejo.


III
Frente al espejo 
 observo este cuerpo
solo me gustan los lunares
y el arito del pezón derecho
que ni siquiera es algo mío.

IV
Vuelvo a la cama 
agobiada
el llanto no termina
se mezcla con otros llantos.


V
Al día siguiente
junto los pañuelos usados
y de a poco
limpio mi propio desastre.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Los inolvidables.

Lo más terrible
de dos
que no pueden amarse
no es la razón,
la distancia,
ni el por qué,
sino las acciones
más ínfimas
y verdaderas
que te hicieron sentir amado
y se quedan
en lo más profundo de la memoria.


Me pregunto
como una niña
que cuestiona el mundo:
si no serán esos recuerdos
irremovibles
de las pocas señales
que manda el destino.

Dialogo profesional

-Sabes qué Marie, a veces me preocupa entender a fondo los problemas de los pacientes psiquiátricos, maníacos, bipolares, trastornados o dep...