Mi tinta es negra, como el petroleo.
De ella empezaron los versos y terminaron en poesía.
Tu nombre y apellido son la nafta que impulsa el motor de mi pluma,
y hace que baile en las hojas, dejando huella el trazo.
Pero como todo buen recurso, se agota.
Por eso,
me jure a mi misma,
que si eso llegara a pasar,
excavaría en lo más profundo de los desiertos, para encontrar
Una gota de esa esencia,
una pisca equivalente
a esa inspiración que esta en reserva
y que plasma mis mas auténticos sentidos,
como nunca antes había podido.
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