Fuiste como un relámpago.
Rápido y fugaz.
Tuviste el hermoso arte de poder iluminar para luego desaparecer.
Haces notar tu presencia, sin robarle protagonismo a la lluvia.
Sabes volver cada tanto, cuando mi corazón pronostica chubascos.
Fuiste incertidumbre y autenticidad.
Tus palabras eran crucigramas y tus gestos fantasía. Me supiste seducir con cautela, casi como si supieras lo que hacías.Con tus convicciones y tus ideales tan inquebrantables, como el hilo que une nuestros mundos.
Mundos inexplorados.
Mundos que se pisaron, pero que no se dejaron plantar bandera. Dejando aires puros y terrenos vírgenes.
Mundos que cualquier científico mataría por declarar, pero sin embargo seguimos manteniéndolos desiertos, para cuando nos podamos conquistar.
Y así ando, esperando ser tomada, pero no por cualquiera.
Rogando que seas mi colón, pero sin guerra.
Porque para batallas duras, ya tengo bastante con no poder olvidarte.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario