Paro el tiempo
antes de que las palabras
sean herida.
Te cambio de pose
tu brazo lo pongo en mi nuca,
tu boca en mis labios
y arrebato con un beso
la oración que sería cicatriz.
Me envolves en tus brazos
y me aprietas contra tu sexo,
el enojo
se convierte en pasión.
se convierte en pasión.
No hay mejor forma
de reconciliación,
de reconciliación,
que dos cuerpos
hablando su mismo idioma.
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